Historia
La Confitería Cubero de Medina de Rioseco abrió sus puertas en el año 1944, pero la tradición venia de mucho atrás cuando los abuelos iniciaron su actividad en el cercano pueblo de Villafrechós aprovechando los frutos de los numerosos almendros plantados en todas las fincas. Se fabricaron las famosas almendras garrapiñadas, que pronto adquirieron fama mundial tras ganar en diversas exposiciones y concursos internacionañles como la Exposición Universal de Barcelona de 1888.
En sus inicios la Confitería Cubero era conocida por las almendras garrapiñadas, los helados y sus afamados abisinios bautizados así por su bonito color dorado.
Sin embargo en el año 1955 cuando uno de los descendientes de la saga de confiteros, Fiorentino Cubero se caso en ese año con Mª Carmen Galván, el negocio, tras el paso de Mª Carmen por uno de los obradores mas famosos de Valladolid, adquirió un renovado impulso, el local se renovó y el surtido y variedad de productos se amplió enormemente hasta contar con la gran variedad de pastas, dulces y pasteles que cuenta en la actuaIidad.
Los cuales se completan con algunos productos elaborados en fechas señaladas, como los buñuelos y huesos de Santos, los mazapanes, trufas y roscones en Navidad. Todos ellos elaborados con ingredientes naturales y siguiendo un proceso artesanal reconocido por la Asociación de Productores Artesanos de Castilla y león.